¿Por qué se irán los bolivianos?
Los últimos días he seguido con bastante atención el desarrollo mediático de los últimos días de ingreso a Europa sin visa para los bolivianos. Le he dado particular interés a éste tema, porque en algunas ocasiones he tenido la oportunidad de conversar con el promedio de estos “emigrantes”. Las historias son poco más o menos las mismas, la madre que ha dejado atrás los hijos, el marido y la casa, para irse a trabajar de doméstica en España. Tres, cinco, seis … años sin ver a la familia y las ansias del reencuentro. “Lo hago para darles educación a mis hijos”, me dijo una señora cochabambina, “para que puedan estudiar en universidades privadas, y tener un mejor futuro.”
De cuando era niño, recuerdo muy bien la historia del “traje del emperador”. Este cuento relata cómo un sastre engañador convenció al emperador que el traje que le estaba cosiendo sólo podía ser visto por las personas inteligentes. Entonces, la gente para no quedar de tonta, describía admirada un traje que obviamente no existía. En el gran desfile del emperador, éste decidió portar tan magnífica vestidura. Y no fue sino hasta que un niño, ingenuamente, salió a gritos diciendo que “el emperador está desnudo”. El niño vio lo que los otros no querían ver.
Cuando el nuevo régimen de gobierno en Bolivia dice que encarna los sentimientos y aspiraciones de la población, llama mucho la atención que la población a la que supuestamente representa esté tan desesperada por irse de esta tierra prometida. Es contradictorio que, pese a que el actual gobierno se declarase como la “esperanza” del pueblo, sea el pueblo –al que el MAS dice representar – el que vote con sus acciones y dinero optando por el exilio, por la destrucción de las familias y por el sufrimiento en tierras lejanas, en lugar de quedarse en el nuevo país que el nuevo gobierno está tratando de re-fundar mediante la Asamblea Constituyente.
¿Sintomático? ¿Por qué se fueron tantos bolivianos en los últimos años? ¿Por qué se fueron tantos bolivianos a España en el último año pese a la llegada el MAS al poder? Echarles la culpa a los anteriores gobiernos es demasiado ingenuo, antojadizo si, pero demasiado simplista. Cuando uno lee las estadísticas macro –económicas bolivianas, se sorprende de lo bien que va la economía, sin embargo, la gente del pueblo se va. Hay algo que no está bien en esta ecuación. Si el MAS representa las aspiraciones de la población entonces lo lógico sería pensar que la mayoría del pueblo se quedaría a darle el hombro al actual régimen, sobre todo un régimen que está sentado en un trono esta vez no de oro, sino de gas natural. Lo lógico sería que compren la ideología y principios que sugiere el documento atribuido a García Linera, y que cambien la mentalidad burguesa por aquella de la revolución. Sin embargo, se van. Se van en busca del sueño “burgués” que es mejorar las condiciones de vida de sus familias, al precio que sea. El precio que nadie quiere pagar, por lo visto es el de quedarse en Bolivia a trabajar junto con el MAS. Se busca el sueño dorado de tener algo de platita para comprarse una casita o mejorar la que se tiene, se busca el sueño de darles a los hijos el status de profesionales, pese a que el actual gobierno se ha lanzado frontalmente en contra de esta clase de gente –los profesionales – por encarnar ellos la mentalidad burguesa, los valores del antiguo régimen, y le ha dado las mejores razones ¿incentivos? para buscar el exilio: los salarios más miserables de la región. Ah, cierto, quieren humillar al blancoide, pero al hacerlo, le están cortando las aspiraciones de mejorar sus condiciones de vida a quienes ellos dicen representar.
Y lo que también llama la atención es que muchos de los que, según algunos, debieron emigrar, léase los blancoides, se quedaron en Bolivia. Siguen trabajando, creando empleos y haciendo patria como les enseñaron sus antepasados, esa exquisita mezcla de indios y europeos. Eso nadie quiere verlo. Por supuesto, están también los comunistas de salón, especie que existe –desgraciadamente – en todo el mundo, pseudos –idealistas burgueses, caricaturas vivientes de la falta de integridad entre ideología y estilo de vida. Éstos que están saltando de alegría de que les llegó el turno (a algunos nuevamente) de ser gobierno, no se van a ir, pese a tener la tez tan clara como la leche y a que probablemente serán los primeros en la purga racial que tanto han anunciado los actuales gobernantes (temita para otra columna).
Creo que hay muchas razones por las que podemos decir que el emperador está pelado, “en pelotas” como se dice vulgarmente. Primero que nada, en la cuestión de las visas, Bolivia debería haber negociado en base a la historia y a los acuerdos diplomáticos alternativas más viables y dignas, no solamente con España sino con los otros países de Europa, muchos de los cuales sostienen ideológicamente al régimen de Morales y García. Además, en concordancia con la medida inaugural del año 2007, el principio de reciprocidad, a todas luces sesgado, debería aplicarse en esta situación. ¡Hasta por dignidad y en nombre de todos los bolivianos que sufren abuso laboral en el extranjero! Segundo, si tan bien estuviera la situación “en casa” la gente no se sentiría impulsada a salir. Señor lector, el emperador está desnudo: el régimen actual, si bien cuenta con la simpatía electoral de mucha gente, no cuenta con su respaldo efectivo, pues ése pueblo prefiere emigrar a quedarse a esperar la bonanza de la nueva Bolivia (suponiendo que le mantengan el nombre) de la que fluye el gas natural a raudales. Es que pese a las promesas, la erradicación de la pobreza no es un evento milagroso, ni sucede de forma automática cuando cambian los gobiernos. La lucha contra la pobreza pasa por generar empleos y condiciones adecuadas para la inversión tanto pública como privada. La lucha contra la pobreza pasa también por una distribución más equitativa de la riqueza, para lo cual existen muchos modelos alternativos al venezolano o cubano, y que funcionan muy bien y mejor que los mencionados. ¡Solamente tienen que mirar a los países europeos que apoyan ideológicamente a Morales! Y se va la tercerita: sin ley no hay orden, peor cuando el que debe respetar las leyes no lo hace, generando un sentimiento de inestabilidad demasiado fuerte. Me pregunto qué dirán las señoras que han construido sus casitas con años de servicio doméstico en España, cuando se les diga que es “demasiado espacio” para una sola familia y que por lo tanto deben, en nombre del socialismo, compartir su propiedad. Evidentemente, ni mencionar a las empresas que quisieran invertir en Bolivia (el suscrito soñador cree que las hay todavía), que se refrenan por la incertidumbre legal. Hoy invierto, y mañana me nacionalizan.
Creo que en resumidas cuentas, la gente se va de Bolivia porque perdió la esperanza, y como el actual régimen no ha sido capaz de restablecer la esperanza en el pueblo, ni aunque cierren las fronteras al estilo de Cuba o de la cortina de hierro, van a frenar el éxodo de bolivianos. Si, el emperador está desnudo, y esto porque el sastre ha engañado a muchos.